“Los judocas lobenses tienen una buena base”
Con la sabiduría propia de los tipos que saben, justamente. Así habla Zamora y así responde cada una de las preguntas. Llegó a la ciudad de la mano de Velez, profesor de la Escuela de Judo Kodokan Lobos Dojo, y está realizando un gran trabajo, no sólo con los chicos que compiten sino también con las mujeres.
Además, con su llegada, la Escuela incorporó una actividad que causa furor y es el Judo-Fit (foto), una modalidad del judo sin llegar a combatir pero en la que se enseña defensa personal y sirve para realizar actividad física.
El Autógrafo:- Viene realizando un gran trabajo en la ciudad, ¿cómo está viviendo esta experiencia?
José Zamora:- La idea es que la gente se acerque y tenga un poquito de recreación. Si bien el judo es un arte marcial, queremos que vengan a trabajar lo físico, el estiramiento, la resistencia. En resumen, la preparación física acorde para lo que vamos a hacer después. En el Judo-Fit, a las chicas les enseñamos defensa personal, con un poco de gimnasia al principio. Después tenemos el judo tradicional, donde los chicos se van preparando y cambiando de cinturones. De todos modos, algunos lo hacen y no compiten.
– ¿Qué nivel ha visto en los judocas lobenses?
– Tienen una muy buena base. Yo vengo a mostrar un poco más de amplitud en lo que respecta a las técnicas de judo, porque uno tiene mucha experiencia y ha competido. Lo que trato de hacer es decirles y explicarles las tomas o las estrategias que se utilizan en Buenos Aires para que luego el contraste no sea tan grande.
– ¿Cuál es la experiencia que más recuerda de sus competencias?
– Lo máximo que logré, que fue mi pico de rendimiento, fue haber quedado segundo para los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Lo importante de esa experiencia fue toda la preparación que tuvimos para buscar ese objetivo. Aunque no se haya dado, esos conocimientos me sirvieron para el después y también para hoy, porque es parte de todo lo que estamos tratando de volcar. El podio es hasta donde vos podés llegar. Hoy Pareto, después de muchos años y de dos Olimpíadas, llega a la medalla dorada.
– ¿Qué complejidad tiene la práctica del judo?
– No es fácil, es un deporte muy difícil. Todo el tiempo, están tratando de que hagas mal, lo que estás tratando de hacer bien. En voley, por ejemplo, hay técnicas para golpear la pelota pero nadie te la manotea. En judo hay alguien que está constantemente manoteándote para que tu técnica sea errónea.
– La nombraba a Pareto, ¿cuán importante han sido sus logros en la difusión de esta disciplina?
– Ella venía mostrando hace años, que estaba ahí, cerquita. Nosotros, que estamos en la parte de enseñanza, veníamos viendo que progresó mucho en su nivel. Al principio cometía algunos errores, los fue corrigiendo, y fijate a dónde llegó. Si ella se hubiese quedado con lo que logró en la primera Olimpíada, no hubiera logrado lo que obtuvo. Y todo eso lo hizo estudiando y entrenando en alto rendimiento, algo que es muy difícil. Los rivales de otros países entrenan tanto o más que ella. A nosotros nos dejó bien parados a nivel mundial y, hoy por hoy, es un referente.
– ¿En qué debe hacer hincapié para que los judocas de nuestra ciudad crezcan y eleven su rendimiento?
– Están haciendo las cosas muy bien. Obviamente, Guillermo Vélez tiene mucho que ver en ésto. Es muy difícil que en uno o dos años veamos tan buenos resultados, pero todo lo que vienen haciendo, les va a servir para más adelante. Es muy probable que, sin querer, los chicos se vayan encontrando en el podio. Haber conseguido la Copa Challenger (por la cantidad de judocas) en Ensenada fue un gran logro para Kodokan, siendo Lobos una ciudad chica y compitiendo contra clubes con mucha mayor tradición. Viene mucha gente del judo de visita (Héctor Campos Bermúdez, Tomás Spikerman, etc) y ahí, los lobenses aprenden mucho.
– ¿Qué papel juega la competencia en el crecimiento de los chicos?
– Importante. Calculá que es una categoría de principiantes y obviamente, hay torneos para ellos. Al estar lejos de clubes que compiten más seguido, no logran asimilar ciertos conceptos. Entonces la idea es que yo venga, y les diga: allá (por Buenos Aires) están haciendo ésto, vamos a empezar a implementarlo acá.