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Siempre correr

Siempre correr

Cada vez es más frecuente salir a la calle y encontrarse con gente corriendo, y no precisamente porque el tiempo es tirano y no alcanza para nada, sino personas que salen a hacer deporte, disfrutar de su momento de ocio al aire libre. Aprovechar las plazas, parques, avenidas o caminos urbanos más cercanos para despuntar la adrenalina acumulada durante el trabajo cotidiano. El running es uno de los deportes más sanos y sencillos que se pueden practicar, y últimamente se está poniendo de moda. Es apto para casi cualquiera, muy barato, mejora notablemente la capacidad y el bienestar físico, como así también mejora el estado psicológico, principalmente el ánimo y ayuda a sociabilizar. Además, permite perder peso e incrementar la resistencia física. Su único rival es la falta de fuerza de voluntad, por eso no hay nada mejor que establecer una rutina diaria para que, salir a correr, se convierta en un hábito más de la vida. En Lobos, no se escapa a la lógica de esta tendencia pedestre que hace furor en el país; cada vez son más las personas que se pueden ver corriendo por las calles locales o en el Parque Municipal en horas de la mañana bien temprano o cuando comienza a caer el sol (las horas pico). Aunque el mejor momento del día para salir a correr es la mañana, ya que se presenta como el momento ideal. Primero porque el cuerpo se encuentra totalmente descansado, y el metabolismo está más predispuesto a quemar grasas. Por si fuera poco, correr ayuda a producir endorfinas, lo que mejora el estado de ánimo.
Uno de los deportistas lobenses que mejor entendió la actividad desde el punto de vista saludable, anímico y competitivo, es Ezequiel Brahim que prácticamente sin pensarlo, desde hace 4 años y por recomendación de su nutricionista, poco a poco, se fue sumergiendo en una pasión hoy inclaudicable para él. “Trotaba dos veces por semana de 6 a 8 km, con muy pocas ganas. En un inicio no pensé en competir, pero en esa época también jugaba al tenis y al poco tiempo comencé a ver las ventajas físicas adentro de la cancha. Eso me motivó a seguir entrenando, ya con sesiones más complejas y tres veces por semana. Hasta que poco a poco le fui encontrando nuevamente —yo había hecho atletismo a los 14 años— el gusto a correr. Con el inicio de 2011 comencé un entrenamiento planificado con Ezequiel Morales, el mismo entrenador que tuve a los 14, con el único objetivo de entrenar tres veces por semana, sin intenciones de competir”, señaló.
Por gracia del destino, de la vida misma y también por su novia, surgió el gustito de competir y no soltar más la adrenalina competitiva; “Mi novia, que ya entrenaba, se anotó en un carrera de calle muy concurrida en Capital Federal que solo admitía mujeres. La acompañé y realmente me impactó lo multitudinario del evento. Ese fue su debut en competencia y quedó tan contenta que al mes se anotó en otra y a me anotó a mí también. Fue en abril del 2011 y eran 6 km en calle. Lo disfruté muchísimo, terminé entre los primeros 40 de unos 4.000 participantes”, comentó el atleta lobense que encontró en las pistas su verdadera pasión. “En el 2012 descubrí las competencias en pista de atletismo y descubrí que mi pasión estaba ahí. En ella compito en 3.000, 5.000 y 10.000 metros, siendo esta última distancia mi favorita y para la cual enfoco mis entrenamientos” sentenció. Entre varios triunfos que se anota en su vida deportiva, resalta algunas: “mi primera victoria, fue en 5 km de cross-country en San Miguel del Monte, a finales del 2011. También así mi primera victoria en Capital, que fueron 6 km de calle a mitad de 2012. La más importante, por reunir a los mejores atletas de Argentina y Uruguay, fue el Campeonato Nacional de este año, yo clasifiqué al ser campeón metropolitano, y tuve la suerte de hacer mi mejor marca hasta el momento (32’23”) y quedar 10°. Y por último, haberme coronado bi-campeón metropolitano (años 2013 y 2014) fueron enormes alegrías”, comentó Ezequiel, quien participó dos veces en los 6km que son parte de la Maratón de Río de Janeiro, donde terminó en el 5º y 7° lugar entre varias miles de personas. En cuanto a lo personal, el atleta lobense que recorre la provincia de Buenos Aires buscando nuevas metas, siente el running de una manera muy especial. “Es contácto social. Es un mundo donde me siento muy cómodo, disfrutando plenamente de todos los beneficios físicos que te da, y como complemento de algo que me apasiona como es correr”, y  además resaltó  que sueña correr los 10 km en menos de 32 minutos e iniciarse en un futuro en competencias de 21 km y 42 km, en ese orden. Frase de su autoría, pero que bien podría ser el lema que defina al running, Ezequiel Brahim concluyó: “Espero seguir preservando el fin último de mis trotes que es ser plenamente feliz. Buscaré siempre la forma de que esa alegría no se extinga y disfrutar plenamente del deporte y de vivir”.