Separados por la vía, unidos por el clásico
Joaquín Areso y Javier Guzmán llegan juntos al lugar pactado para la entrevista. No es casualidad. A pesar de que cada uno defenderá sus colores, esta semana están unidos por una sola razón: que el clásico se disfrute en armonía y con alegría.
Los presidentes dialogaron con El Autógrafo del fin de semana futbolero que se viene y, sin dramatizar, empezaron a palpitar el partido que divide a Empalme. De un lado de la vía, Rivadavia. Del otro, Provincial. Dos clubes, miles de historias.
Se bajan del auto, tocan el timbre y pasan. Muy abrigados, tienen la camiseta en su mano. Saludan al periodista y pasan al lugar donde se realizará la nota. Mientras tanto, van charlando. Se nota la buena onda entre ellos. –“¿Estudiaste para la entrevista?”, le pregunta en tono jocoso Joaquín a Javier, que niega con la cabeza. Siguiendo con las cargadas, se ponen las camisetas, cual jugadores de sus equipos. Ya están listos para salir a la cancha, y empiezan a tirar paredes.
El local, Areso, da el puntapié inicial y el partido -la entrevista- ya comenzó: “Estamos con muchas expectativas. Ya hicimos el ingreso para los hinchas visitantes por donde estaban los bancos de suplentes hasta la última fecha. A los de Provincial les vamos a pedir que entren por la calle San Patricio. Sabemos que es un clásico con mucha historia. Se juega mucho, la cargada del lunes, pero los convocamos para que sea una fiesta”. Guzmán recibe la pelota y devuelve el balón con entusiasmo: “Jugar un clásico es una de las partes más lindas que te da el fútbol, sobretodo un clásico barrial como nos pasa a nosotros en Empalme. Los últimos que hemos jugado los hemos vivido como una verdadera fiesta”.
El clásico se jugará en todas las categorías, hasta Octava. Pero, lógicamente, el partido de Primera es el principal foco de atención. Rivadavia viene de perder y Provincial ganó de visitante. “Confío en el equipo. Estamos con los dientes apretados. Haber ganado el domingo nos cambió el ánimo” aseguró Javier, máxima autoridad del Azul. Y Joaquín respondió por el presente del Albirojo: “Hay muchos chicos que van a jugar su primer clásico, que lo van a vivir de adentro, y está bueno. Estamos preparándonos de la mejor manera”.
En lo que va del campeonato, el Riva jugó cuatro partidos y acumula cuatro unidades, mientras que los de la calle Arévalo, que juegan en la Zona 2, llevan seis puntos sobre doce disputados. A ninguno de los dos les servirá el empate y, quizás por ese motivo, el partido se presente dinámico e intenso.
En el partido, la entrevista, hubo más situaciones de gol (ver en el video). Cuando suena el pitazo final, Joaquín Areso y Javier Guzmán se saludan y el clásico ya es historia. En paz, alegría y camaradería. Después de todo, es un partido de fútbol como cualquier otro, sólo que tiene un tinte sentimental que, probablemente, no tengan otros encuentros. ¡A disfrutar!