Atlético Bicampeón: las claves del éxito
* Por Mauro Casal
El equipo de Pablo Pesaresi derrotó a Provincial 2-1 en la prórroga con un golazo de Ariel Taborda y se consagró bicampeón de Primera División de la Liga Lobense de Fútbol. En El Autógrafo analizamos las razones de este suceso del equipo roqueperense.
El tiempo pone las cosas en su lugar. Atrás quedaron aquellas finales donde el Club Atlético Roque Pérez se iba con un sabor amargo.
En un Estadio de Deportivo Coreano colmado, el elenco de la vecina ciudad volvió a revalidar su condición de campeón.
“Recién ahora estamos disfrutando un proceso institucional que lleva 20 años” le dice a este medio Santiago Horna, reconocido dirigente de la institución, emocionado al ver como su equipo se acababa de coronar bicampeón, aunque esta vez exclusivamente con futbolistas formados en el club, con ADN cien por cien de Atlético.
El rol de Atlético como animador de la Liga es innegable. Los datos son demoledores, sobre todo si nos referimos a su entrenador, Pablo Pesaresi, considerado hoy uno de los mejores entrenadores de la Liga y por muchos, el mejor.
De 6 torneos dirigidos por Pesaresi, Atlético llegó a 4 finales, de las cuales perdieron las primeras 2 ante Madreselva y Sarmiento y ganaron las últimas 2 ante Madreselva también y ante Provincial. De los otros dos torneos que dirigió Pesaresi en uno alcanzó Cuartos de Final y en otro, llegaron a Semifinal. Sencillamente impresionante.
“Dependemos muchos de los resultados, es así de tirano el fútbol” nos comenta Pablo… “Sin trabajo no hay nada posible y a veces con mucho trabajo tampoco se logra. Era algo buscado, soñado, haberlo ganado con jugadores de la cantera.”
Campeón inobjetable de los dos últimos torneos de la Liga en Primera, en Reserva fue semifinalista y quedó afuera por penales con el campeón EFIL y en Segunda perdió la final por penales ante San Miguel de Monte. En Mayores no bajó de los 2 mejores en dos categorías y de los 4 mejores en la otra. En el fútbol menor también se consagró en Séptima en la Copa de Oro.
Sus jugadores reflejan esa identidad y sentido de pertenencia con la camiseta y es un equipo formado a imagen y semejanza de su entrenador. Pesaresi es admirador de la Escuela Pincharrata, de Estudiantes de La Plata, de Bilardo y Sabella, institución que tuvo en sus filas a una gloria de Atlético como Juan Colombo y actualmente a otro ex Atlético como Santiago Núñez.
Juego ordenado, prolijo, defensas duras y difíciles de doblegar, pelotas paradas que hacen daño y transiciones rápidas y ordenadas para golpear al rival.
Serraino su arquero es muy seguro y en Reserva, Vallespir le mete presión con sus actuaciones.
Deliantoni custodia el sector derecho de la defensa y cumple su tarea con prolijidad y sobriedad.
Los centrales son Rosales y Bonavia que dan mucha seguridad. Rosales es firme en la marca y el juego aéreo y Fausto Bonavia es el que marca el pulso de la defensa y es el embajador de la identidad del equipo de Pesaresi.
Fausto es el nombre de una de las obras literarias mundiales más famosas de la historia, del escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe.
En la literatura, Mefistófeles hace un pacto para desviar al ser humano favorito de Dios (Fausto), que está esforzándose en aprender todo lo que puede ser conocido y Fausto se vuelve hacia la magia para alcanzar el conocimiento infinito.
Fausto pacta con su sangre en la ficción literaria y en la cancha es igual, deja su alma por los colores de Atlético.
En la final, Bonavia tuvo que abandonar la cancha, algo sentido, sin embargo, Liñeiro su lugarteniente en la Reserva, donde fue figura, lo reemplazó y estuvo muy a la altura de la situación, incluso debiendo marcar al gran Leandro Lázzaro cuando ingresó en el segundo tiempo. El equipo no se resintió.
Por la izquierda Millán se consolidó en el puesto y es un valor importante en la estructura defensiva.
En el mediocampo, Atlético es una obra de arte. Su número 5, su volante central es Alejo Porta, un mediocentro que a los nostálgicos nos hace acordar a Claudio Marangoni, aquel notable volante que la rompió en Independiente y Boca en los 80. Tiene estilo, elegancia, llega a todos los relevos, corta, quita, toca simple y con un margen muy bajo de error en los pases. El destino le tenía guardado estas dos últimas alegrías del bicampeonato luego de errar un gol increíble en su primera final clásica. Alejo es muy joven y juega como si hiciera 20 años que juega en Primera.
Por la derecha tiene a Schiavi, que no tiene nada que ver con el ex central de Boca, que es un motorcito. Juega, pasa al ataque, hace las transiciones rápidas, llega al gol y sabe cuándo meter una pausa. Elegido por la Liga y el periodismo como el MVP – mejor jugador – de la final, hace rato que viene demostrando su categoría, sin hacer demasiado ruido, con su perfil bajo.
Mondinelli siempre la pide, quiere jugar y llegar al área rival donde se convierte en un delantero. Marcó en la final anterior y fue protagonista del primer gol de Atlético en este segundo título. A Pesaresi le rinde y disfruta de su juego.
La estrella de este equipo es Santiago Vizio. Cualquiera sea el deporte que elija, lo hace bien. Capaz de romperla en el pádel, Santiago con el balón es un exquisito. Un diferente. Jugador de experiencia internacional y profesional, tiene todas las condiciones de un líder, dentro y fuera de la cancha. Pases profundos, disparo de media distancia, goles de lujo y pegada excelsa en los tiros libres, es quien maneja los hilos de este bicampeón. Además, no para de correr y no se pone colorado si debe retroceder a recuperarla, un jugadorazo que representa sin dudas a uno de los mejores valores que tiene la Liga Lobense de Fútbol.
En la delantera Rolandi es pura potencia y exige muchísimo, por momentos se torna un delantero muy incómodo y su grado de compromiso es total y Taborda es capaz de romperle el arco a Kozicki el excelente arquero que tiene Provincial.
Ariel Taborda definió la final en el tiempo suplementario, al minuto y medio de iniciada la prórroga con un remate sensacional de afuera del área que dio en el travesaño y se metió por detrás de Kozicki haciendo estallar a la parcialidad roqueperense que estaba detrás de ese arco.
Provincial fue un justo finalista y un rival que puso en apuros a Atlético en algunos momentos, pero el equipo de Roque Pérez supo sobrellevar los embates del equipo empalmeño de Luis Ghibaudo para gritar campeón por segunda vez.
Parar destacar el estado físico de Atlético, gracias a la preparación de Mauricio Pérez Seijas, ya que aguantó bien el calor de la tarde y la intensidad de los 120 minutos que se jugaron, situación que generó sorpresa de muchos jugadores que pensaban que se iría a los penales directamente tras el empate en los noventa minutos.
¿Cuál es la clave de este éxito? le pregunte al central Gonzalo Liñeiro al final del partido durante los festejos…
“De todo… la gente que hay… el grupo…. que se hace una familia enorme, que muere por estos colores y da todo…Se ven los resultados, en infantiles, en hockey, es la familia más grande que hay …se ve todo lo que da la gente de Atlético…somos todos pibes de acá que estamos desde chicos…”
Liñeiro lo resume todo. No hace falta agregar más. Felicitaciones Club Atlético Roque Pérez.
