“Quiero ser la primera mujer en la A”
Hoy, 24 de Junio de 2016, Antonela está cumpliendo sus jóvenes 26 años. Cuando empezó a tener uso de razón y deambulaba por las calles de Bahía Blanca (su ciudad natal), sabía que su destino estaría ligado al deporte. Jugaba al fútbol y, después de egresar de la escuela, estudió Educación Física. Horas de estudio le permitieron recibirse, pero todavía faltaba algo. Y ahí fue cuando un amigo le sugirió que empiece con el curso de árbitro.
“Inicié el curso y me fui enganchando. Después de dos años, fui la primera mujer en dirigir Reserva en Bahía Blanca. Ahora me vine a vivir a Buenos Aires y ésto tiene una explicación: quiero hacer carrera en el arbitraje y empezar a estudiar para ser Árbitro Nacional”, cuenta la protagonista del partido de Reserva en el que Athletic le ganó 4-0 a Uribelarrea. Y agrega sobre dicho encuentro: “Me sentí muy cómoda. Los árbitros de Lobos en general son piola. El nivel de Reserva es bueno porque los jugadores siempre se quieren mostrar. Pero fueron respetuosos y jugaron al fútbol, salió un buen partido. La Liga es competitiva y sirve para hacer carrera, tiene partidos que te exigen como árbitro”.
A la hora de hablar y responder las preguntas, no hay dudas ni murmullos. No se conforma con dirigir en una Liga regional y sueña en grande. Con ganas de crecer en lo laboral -está estudiando Psicomotricidad-, sueña despierta en el arbitraje. “No sé si sueño con dirigir un partido específico. Quizás un Superclásico. Pero sí, definitivamente, quiero ser la primera mujer en jugar Primera división en Argentina”, afirma Antonela sin titubeos.
Como sucede con cada hombre o mujer del Interior que va a la Gran Ciudad, el proceso de adaptación no fue sencillo. Sin embargo, la mudanza a Capital le trajo algunos momentos imborrables que confirmaron que la decisión había sido la correcta. Un ejemplo: un día, le tocó dirigir un partido de la categoría Senior entre Racing y River, en las canchas de césped sintético aledañas al Monumental. Allí, se vio obligada a cobrar foules a Ortega, a Medina Bello, a Borrelli. Jugadores históricos, de selección, de los que veía por televisión cuando era una niña.
Admiradora de Stella Maris de Oliveira, con quien tuvo la suerte de compartir una terna siendo asistente, afirma que un árbitro que le gusta mucho es Darío Herrera, “de los árbitros actuales, es el que mayor proyección tiene”. Para ella, su familia siempre está presente, y en los partidos importantes, utiliza el juego de tarjetas que su padre le regaló cuando empezó el curso de árbitro.
¿Y el trato con los hombres, dentro de la cancha, cómo es? “En los primeros partidos están más callados. A veces me decían que nunca los había dirigido una mujer y que no sabían como tratarme, pero después se acostumbran y se manejan de la misma manera. En general son respetuosos, nunca tuve que pasar por ninguna situación fea, más allá de las protestas obvias de cada partido. Yo no espero un trato distinto, soy un árbitro más”.
Hizo historia en Bahía, la continuó en Lobos y la quiere prolongar en el fútbol grande. ¿Hay límites? Para ella no. Antonela Tachetti, un árbitro con sueños de Primera.
*La foto destacada es de Nestor Franchi.
