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«Cuando sonaba el himno, se me inflaba el pecho de alegría»

«Cuando sonaba el himno, se me inflaba el pecho de alegría»

Tranquilo pero pasional, Javier Guzmán vivió diez días intensos. Después de cada partido del Azul en esta Copa Libertadores, le costó recuperarse. Lejos de los gritos desaforados, la procesión iba por dentro. Y sumado a la temperatura de Asunción (no menos de 25°), el combo era difícil de superar, pero la emoción y la alegría superó a todas las demás sensaciones.

“Me encontré con algo que nunca había vivido: el torneo tuvo un grado de profesionalismo altísimo. Los jugadores se tuvieron que dedicar a competir únicamente. Me llevo un aprendizaje muy grande, espero poder transmitirlo en el club y que esto tenga eco”comenzó Guzmán desde el lobby del Hotel Esplendor.

Provincial finalizó en el séptimo puesto, jugando de igual a igual con equipos como Vasco Da Gama o Universidad Autónoma de Paraguay, conjuntos que juegan hace mucho tiempo a este deporte. El Azul empezó este año. La diferencia es notoria. A esto se refirió el padre de Macarena y Justina: “con respecto a lo deportivo, estoy feliz. Los chicos dejaron la vida. Lo demostraron cuando ganaron y también cuando perdieron. El partido más emocionante, claramente, fue contra Vasco. Fuimos el rival más duro que tuvieron ellos”.

Uno de los momentos más impactantes fue cada vez que sonó el himno argentino en el saludo previo al partido. “Se me inflaba el pecho de alegría cuando sonaba y veía que era Provincial el que estaba ahí, no solo representando a nuestro club sino también a Lobos y a Argentina”, confesó Javier. Y se envalentonó: “Vamos a hacer la cancha de fútbol playa en el club. Tenemos esa obligación. Somos el último campeón del país”.

Cuando el Azul debutó en el fútbol playa, este señor, que nunca había viajado en avión, proyectaba a largo plazo, pero se dio todo muy rápido. Provincial fue bicampeón en Buenos Aires, salió en El Gráfico web, el DT de la Selección Argentina elogió al equipo y, lo que en principio fue una idea nueva, se convirtió en una realidad.

De este tipo de torneos, el que lo vive puede llevarse muchas ideas. “El fútbol playa es un complemento muy lindo para el fútbol once. Me gusta la camaradería que hay entre los jugadores y los clubes. Es una disciplina que va a andar muy bien. Acá vimos partidos muy lindos. Los equipos brasileños no son invencibles pero vamos a tener que trabajar mucho para alcanzarlos”. Y agregó: “En Argentina hay jugadores de muy buena calidad y hasta con estilo propio, como los casos de Manu Bordón o Catriel Ferreira. Si AFA nos ayuda y la gente entiende que este es un deporte que va a crecer, el fútbol playa va a ocupar un lugar muy importante”.

Provincial

En los pasillos del hotel, el rumor es que la próxima Copa Libertadores, se jugará en Argentina. Guzmán tomó nota y aseguró que, en cuanto pise suelo argentino, Provincial comenzará a construir su cancha.

“Este es un momento más de tantos que pasé. Esto se va a disfrutar el doble cuando la cancha de fútbol playa de Provin esté llena de gente y viviendo de cerca lo que nosotros pasamos acá. Estoy muy agradecido con la gente que se comunicó por las redes sociales en estos días”, cerró Javier.

Lo cierto es que la próxima semana, todo volverá a la normalidad para él. Ya no tendrá diez bandejas de comida para servirse. Ni cuatro tipos de jugo para tomar. Volverá a ir al club cinco o seis veces por día. Ya no tendrá que extrañar la camioneta ni a su gran amor, Norma, a quien ayer sorprendieron con un ramo de flores para su cumpleaños, enviado por él. Desde Paraguay. Javier Guzmán es así. Está en todo y piensa en grande. Aunque lo traten de loco. “Mi gran sueño es ver a Provincial en la Copa Argentina de fútbol once”. La Libertadores, en la arena, ya la jugó.